El “concurso de la mejor plantación de Barberina” lanzado por Vivercid, ya tiene un ganador. Se trata de Jaime Genesca, de la empresa Naranjales del Río Piedra ubicada en Lepe (Huelva). Tras conocer el veredicto del jurado, hemos entrevistado a cada uno de ellos para que hagan una valoración del proceso del concurso.
En primer lugar, José Doménech Fornés, Ingeniero agrónomo y Director técnico de producción en Vivercid.
- Nombre y cargo en el sector agrario.
José Doménech Fornés. Director Técnico de Producción en Vivercid
- ¿En qué se diferencia la variedad de naranja Barberina del resto de variedades?
La Barberina tiene un aprovechamiento muy amplio al ser ideal para consumir como zumo y en fresco, en unas fechas sin exceso de oferta de cítricos de calidad y con unas cualidades excepcionales, tanto para el consumidor como para el productor: tamaño, presencia atractiva, tardía, sin semillas, azucares y acidez compensados, muy buena conservación en campo y en cámara, poco sensible a plagas, árbol vigoroso, poco sensible a enfermedades. Ninguna otra variedad cuenta con tantas características positivas.
- Háblanos de las distintas plantaciones de Barberina que se han presentado al concurso (Concurso de la mejor plantación de Barberina).
Las plantaciones de Barberina presentadas y seleccionadas para el concurso de mejor cultivador de Barberina estaban repartidas por una amplia zona citrícola y con características muy distintas que me gustaría destacar:
- Muy variadas condiciones climáticas desde zonas muy secas a zonas de alta pluviometría, con vientos y con ausencia de vientos, con integrales térmicas muy distintas.
- Distintas características edafológicas, con suelos fuertes, suelos francos y suelos arenosos.
- Distintas orientaciones de las plantaciones y distintos marcos de plantación.
- Distintos tipos de cultivo, del tradicional al ecológico, del labrado del suelo al acolchado, de cultivo en llano a cultivo en meseta.
- Procedencia del agua de riego de pozo, de rio, de embalse.
- Todas en riego localizado pero con distintos manejos del mismo.
- La fertilización con cabezales muy sofisticados para un abonado en el riego y abonados al suelo de cobertera, con control o no de pH y CE.
- Uso muy distinto de herbicidas, de forma selectiva o a superficie completa.
- Podas muy distintas, tanto por fecha de ejecución como por forma, con más o menos abertura central, con grandes formaciones de faldas o total carencia, mayor o menor intensidad.
- Tratamientos de estimulación o ausencia total de tratamientos.
- Manejo de plagas tradicional, pasando por lucha integrada y manejo ecológico.
- Comercialización privada, en Cooperativa, a resultas, distribución propia mediante comercio electrónico.
- Propietarios muy variados, desde citricultor a tiempo parcial o como segunda actividad a técnicos superiores, con apoyo de terceros profesionales en algunos casos, trabajos externalizados y trabajos realizados por el mismo propietario.
- ¿Qué diferencias habían entre los frutos de las plantaciones presentadas? ¿A qué se debían éstas diferencias?
Se han observado muchas diferencias en el tamaño de los frutos, en la forma, en la calidad externa e interna y en la uniformidad, en la maduración, pero a resaltar que en todos los casos la fruta era muy comercial y las características organolépticas muy buenas.
Lógicamente, como consecuencia del manejo del cultivo se consiguen resultados diferentes. El manejo del riego, abonado y la poda son los que marcan las principales diferencias.
- ¿Cuáles son las principales características que debe tener el fruto para que se considere una buena plantación de Barberina?
Si nos limitamos a las características del fruto, la plantación ideal debería tener una buena producción, con frutos de buen tamaño, con gran uniformidad de calibres, la corteza delgada y superficie fina, coloración uniforme y sin reverdecer, sin presencia de plagas, con buena cantidad de zumo y con los niveles de acidez y azucares compensados.
- ¿Cuáles han sido los criterios de valoración para seleccionar a la plantación ganadora?
Se han realizado hasta 4 visitas a las fincas seleccionadas en distintos momentos del cultivo y principalmente desde principios de marzo hasta primeros de junio.
Se han recopilado datos de cultivo de 3 campañas anteriores.
Los criterios de valoración para determinar la plantación ganadora han sido muy variados para poder considerar todos los aspectos que influyen en el cultivo de la variedad Barberina, que a saber relaciono los que han resultado más significativos para la diferenciación:
- Estudio información solicitada en las bases del mismo concurso.
- Revisión libros de cultivo (uso herbicidas, productos fitosanitarios, momentos aplicación, uso estimulantes).
- Comparación datos de la parcela (marco plantación, orientación, nivelación, mesetas, riego, cabezal, abonado, tratamientos, poda).
- Comparación datos sanitarios (afinidad, presencia de fisiopatías, enfermedades, plagas, carencias).
- Comparación datos de los árboles y frutos (desarrollo, formación, faldas, chupones, producción, uniformidad, calidad frutos, zona fructificación, distribución producción en árbol, floración).
- Comparación datos analíticos de los frutos (grosor corteza, presencia semillas, acidez, azúcares, residuos pulpa, cualidades organolépticas, zumo, densidad, color, aroma, aceites esenciales).
- Estudio criterios de decisión para realizar los trabajos de cultivo de la plantación.
- ¿Ha resultado muy complicada la decisión de qué plantación debía ser la ganadora?
Sí que ha resultado difícil por la gran cantidad de aspectos a evaluar y por determinar el peso o baremo que se otorgaba a cada uno de ellos.
Hemos podido constatar que se pueden conseguir resultados muy positivos en el cultivo de Barberina por medio de distintos niveles de tecnificación, pero siempre contando con una minuciosa observación, análisis e interpretación de las necesidades del arbolado en cada momento, para alcanzar un buen grado de satisfacción en dicho cultivo y por ende, un buen resultado económico que rentabilice la plantación de Barberina.
Las dos parcelas finalistas de Peñaflor y Lepe, aun siendo de zonas muy distintas y con suelos y técnicas muy diferentes, han conseguido mantener una producción continuada en los años, de muy buena calidad y con buenas perspectivas de futuro, por lo que son merecedores sus propietarios del reconocimiento del buen hacer de su trabajo, que no es fruto del azar sino de una buena planificación y constancia bien hecho.
Cualquiera de las dos fincas podrían haberse alzado con el premio, pero sólo podía haber un ganador, y por escasa diferencia la finca de Lepe gestionada por Jaime Genesca fue la que se alzó con el premio.
En futuros posts iremos publicando más entrevistas a los miembros del jurado y participantes ¡No te las pierdas!