Las frutas exóticas están cogiendo una fuerte influencia en el mercado y en nuestras neveras. Y cada vez, se utilizan más para completar nuestra dieta mediterránea.
El Kumquat, es una de ellas. Una especie procedente del este de Asia. También llamada naranja enana o naranjo chino por su procedencia, aunque este segundo nombre dista mucho de la semejanza del resto de cítricos o naranjas.
El Kumquat es de color naranja y pequeño. Están cubiertos por una “piel” fina y fácil de quitar. Y normalmente, suele comerse sin piel, pero ¡para gustos colores!.
Como es un cítrico su sabor es un poco ácido, aunque no tanto como otros, este posee una mezcla de matices dulces y ácidos.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Su alto contenido en vitamina C lo convierte en un alimento útil, que nos puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico.
- Entre sus cualidades también está las altas cantidades de minerales que nos ofrece, como el magnesio, potasio o el calcio.
- La fibra. ¿no lo parece verdad? Pues si, el cítrico en general y el Kumquat en particular poseen un alto contenido en fibra, que nos ayuda a tener nuestro organismo más depurado y libre de toxinas.
- El ácido cítrico que aporta, nos ayuda a combatir los altos niveles de ácido úrico, tan perjudicial para algunas personas.
- Y para los controlan sus dietas… ¡ el contenido de sus calorías es muy bajo!. Así que es ideal para aquellos que quieren controlar más su peso.
El kumquat puede comerse de diferentes maneras, aunque la más recomendable es cruda. No tienes porqué quitarle la piel, simplemente basta con comerclo como si de un gajo de naranja se tratara. Pero a causa de su sabor y su tamaño, resulta una fruta ideal para utilizar como ingrediente en ensaladas y dotarlas de una dosis extra de vitaminas necesarias para el organismo.